Con frecuencia, los estudiantes que empiezan a cursar la carrera de Derecho desean conocer con precisión el papel que la Economía Política juega o pueda jugar dentro del conjunto del resto de las asignaturas del Plan de Estudios, qué importancia teórica o práctica puede llegar a tener la Economía Política ahora y en el futuro de su vida profesional.
Desde el punto de vista del docente de Economía Política en la Facultad de Derecho, es preciso señalar la dificultad que se deriva de la gran amplitud de la materia a enseñar en un único curso, así como el hecho de que esta enseñanza vaya dirigida a estudiantes cuyo interés más importante e inmediato, desde su propio punto de vista subjetivo, no se circunscribe de entrada, en general, al campo de la economía.
Es, por tanto, necesario resaltar no sólo la importancia que las disciplinas económicas tienen para el futuro profesional del jurista, y que han sido puestas de manifiesto y bien articuladas en interesantes estudios especializados, sino que además hay que insistir pedagógicamente en las íntimas relaciones existentes entre la economía y el derecho.
Los estudiantes de Derecho precisan conocer cómo funcionan los procesos dinámicos que constituyen el complejo orden espontáneo del mercado, del cual ha surgido como resultado de un dilatado proceso de evolución gran parte del derecho privado que hoy conocemos. Por otro lado, tal orden es el proceso social sobre el que inciden las normas, leyes e instituciones jurídicas que constituyen el objeto básico de estudio de la carrera de derecho, por lo que es evidente la gran importancia que tiene para el jurista conocer teóricamente el funcionamiento de la sociedad, que el derecho pretende regular.
Por otro lado, la Economía Política pone de manifiesto un gran número de consecuencias, inicialmente no previstas ni evidentes, de la legislación positiva, especialmente pública y administrativa, que de haber sido conocidas por los legisladores y la opinión pública con antelación, podrían haber dado lugar a una legislación significativamente distinta.
Los estudiantes han de comprender, por tanto, que no todos los esquemas legales son compatibles con la vida en sociedad, tal y como hoy la entendemos, y que la Economía Política nos enseña, por un lado, qué instituciones jurídicas la hacen posible y, por otro lado, nos proporciona un instrumento de análisis lógico para juzgar específicamente las consecuencias de cada ley y fundamentar proyectos ulteriores de reforma.
Como conclusión, podemos afirmar que es de gran transcendencia el estudio de la disciplina de Economía Política en la carrera de Derecho, tanto para la formación integral universitaria de los estudiantes como desde el punto de vista de la educación específica de los futuros juristas.
Además, es preciso recordar que la propia Ciencia Económica nace como disciplina teórica en el ámbito de las Facultades de Derecho, como resultado de la ineludible exigencia previa de entender teóricamente los procesos de interacción social sobre los que incide la normativa jurídica.
Se desprende del Plan de Estudios la gran importancia que los conocimientos económicos tienen para el abogado, y dando un mayor número de opciones de especialización económica que puedan ser de utilidad para el futuro del profesional del derecho.