Los Derechos Humanos, aquellos que el hombre posee por el mero hecho de serlo, son inherentes a la persona y se proclaman sagrados, inalienables, imprescriptibles, fuera del alcance de cualquier poder político, a pesar de que unas veces se considera que los Derechos Humanos son plasmación de ideales iusnaturalistas (de derecho natural).
Los Derechos Humanos tienen que ser base de todo conocimiento humano y más aún de las Ciencias Jurídicas. Por ello resulta imprescindible su estudio dentro de la carrera de Abogacía, pues ello implica la afirmación de la Abogacía como una disciplina jurídica que busca el bien de los hombres, objeto de Derecho.